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20090323

Svetlana


en el siglo XIII leer un libro era solo una posibilidad para el 0.05% de la poblacion de la tierra. en el siglo XV un 7% de los europeos vio alguna vez durante su vida un libro, aunque solo un 1% sabia leer. llegando al siglo XIX julio verne escribia los atisbos de la ciencia ficcion, siendo leidos por el 23% de la poblacion londinense al costo de 10 chelines. durante 1986 el habitante promedio de NY compro casi 4 libros. en el 2008 amazon vendio 52.800.000 de libros y 500.000 de kindles. en el 2012 se esperan ventas de 2.500.000.000 de dolares en libros electronicos solo en amazon.

y eso nos dice algo sobre leer? sobre el placer del papel versus la informacion contenida? es un holograma lo mismo que la informacion que lo define?
saber es igual a aprehender?

pues hoy F a mi me habla sobre eso. y sobre muichisimas cosas mas. la suerte es que yo puedo discutirlas con el directamente, asi que si alguno de los queridos lectores quiere discutir algo con F, por favor dejenlo como descargo de este post y no duden en que podran tener una entrevista para hablar y tomar cafe con el autor.

en donde mas los regalonean tanto en un solo dia, mis queridos puntitos? :)

(…) Es demasiado temprano para dormirse. Mis libros son muchos. Siempre han sido muchos. Ese es el problema. Tal vez si pudiera leerlos todos juntos. Tal vez si pudiera tragarme de una sola vez al monstruo formado por esos millones de símbolos que ocultos me rodean. Pero sólo me queda la triste posibilidad de tomar unas cuantas páginas y en algunas horas tratar de que algo de ellas llegue hasta mi. Triste e inconcebible posibilidad que rechazo. Me cuesta imaginar los años en los que uno a uno había que tomarlos para ir pasando los ojos lentamente, increíblemente lentamente, sobre cada una de las palabras, sobre cada una de las letras como se hace con el anuncio de un dentífrico. Supongo que habían otros placeres ocultos en esa operación insensata. Placeres que yo ni siquiera puedo imaginar. Placeres relacionados con el proceso. Con el café que los habría de acompañar. Con los mil cigarrillos de cada noche. Con el sonido de las páginas que lentamente se suceden. Y ahora que lo pienso es posible que en ello también hubiera belleza. Pero no. Esa es otra belleza. Una belleza que nada tiene que ver con la literatura. O tal vez sí con la literatura pero en ningún caso con la lectura. Lectura. Palabra antigua. Vestigio de esos años en los que los ojos se desgastaban en tareas absurdas. Y aún ahora hay quienes no entienden. Aún ahora hay quienes recomiendan leer un libro a la vez. A más de un profesor he escuchado dirigir todo tipo de insultos a quienes gustan de las descargas simultaneas. Un mal de la juventud. Suele decirse. Y me pregunto cuál sería el mal de la juventud en los años en que los ojos se secaban de tanto descifras signos. Acaso comenzar un libro antes de terminar otro. Acaso mezclar historias en los sueños. No lo sé. No puedo saberlo. Y los viejos profesores que hablan del irreemplazable sello del autor. Del placer de saborear una historia a la vez. Que afirman que descargar todos los libros disponibles no sólo es dejar de lado el sentido de la obra sino que además limita el entendimiento, alejándonos de la verdadera literatura. Pero los viejos profesores no entienden. No entienden que los autores están ya todos muertos. Que lo que hay que entender está muy lejos de sus ataúdes. Y lo único que queda es la vertiginosa mezcla simultánea Y es que nunca es lo mismo. Una descarga a las ocho de la mañana nada tiene que ver con una descarga a las tres de la tarde. Aunque sea el mismo grupo de libros. Aunque mil veces se hayan descargado los mismos cinco libros. Porque no son necesarios demasiados para que su mezcla cobre vida. Esa vida con la que un único libro sólo podría soñar. Aunque ese libro esté lleno de enlaces a vastas bibliotecas. Aunque sus imágenes nos dejen sin aliento. Aunque la música en ellos contenida nos abrume. “Un libro a la vez” dicen los viejos profesores. “El valor del autor” dicen los viejos profesores. “El placer de la lectura pausada” dicen los viejos profesores. Pero los viejos profesores no entienden. No pueden entender y hablan de la muerte de la literatura. Tal y como de ella hablaron los padres de los viejos profesores cuando fue posible leer libros con los ojos cerrados y las manos ocupadas en cosas más útiles que sostener un montón de papel. Pero lo que más les molestó fue el tiempo. Un libro necesita tiempo. Se decía. Y las descargas instantáneas no nos dejan tiempo. Pero qué saben ellos del tiempo. De ese tiempo que me falta entre una descarga y otra. De esa impaciencia. De ese vértigo porque la vida es corta para abarcar todas las variaciones posibles, para comprender aquello que ellos ni siquiera pueden soñar. Y hablan de la muerte. Tal y como de ella hablaron los abuelos de los viejos profesores cuando fue posible prescindir de las grandes bibliotecas y llevar todos los libros del mundo bajo el brazo. Y el tiempo ha pasado y sin embargo la literatura no está muerta. Vaya que sí no está muerta. Basta con verla avanzar decidida y ligera hacia su verdadero centro. Hacia aquel lugar donde lo único que importa son las imágenes y sus sensaciones. Las explosiones de colores. Las trompetas y las caricias. Pero también las ideas, las ideas más puras del mundo, las más complejas e intrincadas, las más simples y dolorosamente bellas. Aquel lugar sin distracciones. O más precisamente donde cada distracción es también literatura. Literatura siempre nueva. Siempre viva. Constantemente creándose en cada rincón de mi cerebro por y para mi. Literatura que nada tiene que ver con sus autores. Pobres criaturas balbuciantes. Llenas de miedos y prejuicios, haciendo todo lo posible por alejarnos de aquel centro que ahora se avizora más claro que nunca. “Se ha perdido el placer de la lectura”, repiten los viejos profesores sin sospechar siquiera. Y me da risa y me da rabia, pero sobre todo me da risa. Risa que aumenta cuando veo la montaña de libros que me rodean y que no podré leer nunca. Libros inútiles que sin embargo me hacen sentir menos sola. Posibilidades. Me gusta llamarlos posibilidades. (…)

Svetlana Kuznetsova, Fragmento

Seattle
Marzo de 2009

20090318

Hyperuniversos contenidos


ayer fue el cumpleaños numero 61 de william gibson, el padre del cyberpunk.

y que es el cyberpunk? pues nada mas que un subgenero de la ciencia ficcion que trata sobre tematicas posmodernistas (el hombre y su espacio en la tecnologia, en la informacion, su relacion o no relacion con otros hombres y su alienacion en una sociedad distopica). y la gracia principal de este señor gibson y su cyberpunk es haber, en los 80, hablado de mundos virtuales, de la informacion permeando la sociedad, de la tan mentada "matrix" y de inteligencias artificiales intentando ser libres.

un segmento especialmente sabroso en su literatura es cuando un personaje, al buscar informacion sobre otro de sus personajes, encuentra la entrada de la wikipedia al buscar en google sobre hubertus bigend.

por supuesto, dicha narracion es ficcion. aunque la entrada de wikipedia de bigend si existe, esta es sobre el personaje y no parte con Hubertus Hendrik Bigend, born June 7, 1967, in Antwerp, is the founder of the innovative advertising agency Blue Ant...

y sin duda que esto lo lleva a uno inevitablemente a recordar a borges y la pagina de la wikipedia de uqbar. curiosamente, durante un tiempo, la pagina referente a este lugar reflejaba fielmente los contenidos citados en la obra de borges, extraidos desde la colosal intervencion a la anglo-american cyclopedia de este grupo de metafisicos creadores de tlön. luego de un tiempo esta version entro a revision, ya que los editores de la wikipedia no podian aceptar que este articulo ficcional pudiera causar confusion a alguien y decidieron que debia partir con la frase "Uqbar is best-known as a fictional place in Jorge Luis Borges's famous 1940 short story Tlön, Uqbar, Orbis Tertius".

yo en lo personal creo que cualquier persona que busque la pagina de uqbar preferiria encontrar que parte con Bordered by the Kintaas Empire in the North and West, and by the Traline River in the east, this kingdom was ruled by a dynasty of scholar-kings during the late 9th and early 10th centuries... pero es entendible que la gente en general prefiera separar claramente la ficcion de la realidad.

y son bastantes ejemplos de la literatura donde se hacen citas de personajes inexistentes, de libros ficcionales, eventos e incluso metafisicas completas. y no solo en la literatura, tambien hay bandas sonoras de peliculas que no existen.

y que ocurre si luego de hacer la banda sonora de una pelicula que no existe, yo hago la pelicula? pues nada. es solo una pelicula y su banda sonora. una simple anecdota artistica que dara a lo sumo para 3 lineas en la entrada de la wikipedia de la pelicula y la banda.

pero, y se puede hacer algo interesante dentro de ese tema?

imaginemos un libro donde uno de los personajes secundarios escribe un blog. y, sin mayor significancia durante la historia, se generan situaciones en donde incidentalmente se manifiestan pequeños fragmentos de dicho blog, quizas narrados en una anecdota del personaje o citados por algun pasante. y cuando el lector curioso busca informacion en referencia al libro se encuentra con dicho blog, donde hay todo un mundo no descrito en el libro. un blog real, no solo una referencia de sustento del libro, sino que un grado de profundidad nuevo en la realidad del personaje. y en dicho blog existen links y referencias a hechos reales, noticias y eventos ficcionales. y tambien a fotografias en flicker en las que aparecen los personajes, nuevas referencias a otros blogs... a la verdadera permeacion de la realidad por dicha ficcion.

esto tampoco es una idea original, ya se ha hecho con blockbusters como las series de television lost, heroes... de alguna forma tambien con lo que respecta al album de NIN year zero y su universo opresivo llenando diversos sitios webs. son eventos aislados que estan dando los pasos a una nueva forma de entender, no solamente la literatura sino las ideas que la conforman... ya no es la "multimedia" de los 90, donde seguia siendo un texto lineal con elementos de video y una leve interaccion. ahora se puede, de manera simple para un creador, presentar sus ideas en diversos medios tales como fotos, video, pintura, etc. reflejar la interaccion asincrona con la informacion en una obra integral.

es una nueva forma de generar contenidos, soportada por las diversas tecnologias de la web 2.0. ya no es solo la ficcion del cyberpunk hablando de un personaje encontrando informacion en google, ahora puedo hacer que esa busqueda en google en efecto de resultados similares a los descritos cuando la ejecuto. y esos resultados se van a mesclar con las paginas que desde los eventos y personas "reales" hablen de la obra, por ejemplo, citando alguna frase de un personaje. es una hyperficcion, en la que los personajes tienen mas de una dimension, existen de forma tan tangible como existen las personas reales con que interactuo en el mundo digital (en blogs, facebook, twitter, etc). personajes que son avatares de un una idea, no de una persona y a primera vista indiferenciables de otros avatares.

por supuesto que imagino a borges, soñando con universos con todas sus leyes reflejadas en una wiki ficcional. y con libros de hojas infinitas y densas, contando todas las historias posibles de contar, escritas con todas las combinaciones de los 41 simbolos basicos y generandose en tiempo real ante la interaccion con el lector en un kindle. con gibson jugando a usar pantallas flexibles como paginas dinamicas de un libro. con burroughs riendo ante un noticiario en que anuncien la muerte de william lee. con un video documental sobre la guerra del libano narrado por arturo belano. con una hyperficcion burbujeando, no solo permeando sino que subvirtiendo la realidad mediante las propias herramientas actuales de la informacion. creando eventos en el pasado para significar el presente imperante en la narracion. jugando con las fechas de creacion y publicacion de los fragmentos de informacion que estoy integrando, creando un sentido completo de la idea que quiero narrar.

permitiendo crear, al fin, un universo completo que le de contexto a mi obra. porque el papel quizas es suficiente, pero nada nos impide extenderlo hacia la nueva frontera digital, como gustaba llamarla gibson.

feliz cumpleaños, y que los años te lleven a disfrutar de muchas cosas mas alla de tus sueños william.

20090120

Tres preguntas con F, editor de criaturas de cenizas


Criaturas de cenizas (o como pueden encontrarlo en caminos "el presente del fuego") es un espacio que pretende contener en sus dimensiones las conversaciones de los Editores con sus Invitados respecto al Arte y como las perspectivas y situaciones actuales lo permean.

Asi que en consideracion de que como Editor de la tostaduria tengo influencias (y si F quiere mantener sus rodillas intactas, ya que lleva 4 meses en europa y ha enviado 2 articulos lo que nos da que cada articulo nos ha costado US$3600) conseguimos que nos respondiera 3 preguntas al respecto de Criaturas de ceniza:

1.- F, que piensas en relación con que, basándose en resultados derivados de la poco fructífera búsqueda de ondas gravitatorias, la hipotesis mas plausible de la estructura del universo sea una representacion holografica basada en la informacion contenida en la superficie de este, lo que nos da la imagen del universo granular con cuantos del porte de 1 bit sobre una superficie cuadrada de 1 unidad de plank de lado?


Primero decir que el señor Max Planck debiese tener una estatua de 16 metros de alto sobre un pedestal de 10 metros cúbicos en la cima del cerro San Cristóbal, ya que según mis cálculos nos ahorró 62 años de evolución científico-teórica, y eso sin considerar la ropa que le prestó a Albert, pues de tomar eso en cuenta, tal vez la cifra de años subiría a 108.

Una vez hecho el alcance hacer notar lo gracioso que es que el aparato, que fue desarrollado para medir ondas gravitatorias, en 7 años de funcionamiento no haya medido una sola onda gravitatoria y en cambio haya servido para desenmascarar el fenómeno que probablemente se constituya en uno de los descubrimientos mas importantes del siglo.

Ruido es lo que oyó el aparato que lleva el frío nombre de GEO600, y como suele ocurrir cuando un aparato que cuesta lo que costó el GEO600 “escucha” ruido, mucha gente empezó a preguntarse del por qué de ese ruido.

“It looks like GEO600 is being buffeted by the microscopic quantum convulsions of space-time," dijo Craig Hogan, un físico de Illinois famoso por sus comentarios suspicaces..

Y de allí sólo había un paso para que los que saben relacionaron aquello con la “teoría holográfica”.

Teoría que me parece de lo más seria y lógica, y además de lo más útil puesto que viene a cumplir parte de los deseos del viejo Albert en relación con su tan buscado enlace entre el universo cuántico y el otro donde las leyes de Newton (y del mismo Albert) aún tienen algo que decir, enlace que de un tiempo a esta parte, cada vez mas se parece más a un puente de dos pistas por lado. Sino basta con observar lo cuánticamente que se comporta un elefante cuando se cae a un agujero negro.

En cuanto a implicancias prácticas sobre mi forma de ver el mundo: ninguna y muchas. Ninguna puesto que en mi cabeza, y según he oído también en la cabeza de algunos conocidos, existe un apartado de espacio en blanco destinado exclusivamente para introducir toda teoría que se empecine en no calzar con nada, haciendo que una vez ahí me parezcan de lo más serias y lógicas. Y muchas, muchísimas porque una vez más queda demostrado que el universo se basa en principios que nada tienen que ver con lo que la mayoría entiende como aceptable, y aquí no puedo dejar de recordar a la señora que se escandaliza porqué su hijo ha tomado una decisión poco lógica al no formar una familia o al creer que en la música se esconde el secreto del mundo. Señora, le preguntaría yo, sabe usted donde está parada?, sabe usted que su cuerpo esta formado por partículas que pueden estar en más de un lugar a la vez?

Ya habrá tiempo para discutir los elementos teórico / científicos que supone esta concepción del universo, por el momento sólo decir que aunque somos un holograma de algo más, aunque en algún punto del universo está la información que nos refiere, no somos esa información, somos la información referida, no somos lo que proyecta sino lo proyectado, de la misma forma que una película es lo que vemos en la pantalla y no el punto de luz sobre la última fila de asientos en un cine, por lo que no hay de que preocuparse, podemos seguir siendo tranquilos, después de todo el mundo siempre estuvo hecho de representaciones, las piedras, los ríos, la música, los amigos no importan sino en tanto son representados en nuestra conciencia, y así como nadie se escandaliza demasiado cuando oye que en realidad la piedra que tienen en la mano tiene un correlato en un mundo físico que nada tiene nada que ver con sus cerebros, nadie se debe escandalizar tampoco al oír que ese mundo físico tiene a su vez un correlato en las fronteras del universo. Frase que no sólo suena bien, sino que incluso no faltarán quienes sepan encontrar en ella algo parecido a la belleza.


2.- Cuáles son las consideraciones que encuentra usted en el desarrollo y transmisión de la experiencia artística en el momento en que la respuesta a la pregunta sobre las bases biológicas de la conciencia sea aprehendida e integrada por la sociedad en general, tal como la idea de un volumen de espacio en que su gravedad sea tal que ninguna medición directa sea posible, que hace 20 años atrás era inconcebible hoy cualquier ciudadano a pie la maneja y acepta. en que afirma usted que esto cambiara como entendemos el arte?

La experiencia artística que toma forma en lo que llamamos obras de arte no se relaciona con del desarrollo teórico ni con el desarrollo científico o técnico, puesto que el arte es el reflejo de atributos humanos que van más allá de lo llamamos desarrollo. El arte y la concepción del arte responden a necesidades universales que siempre se encontrarán presentes y no cambiaran de forma significativa mientras sigamos siendo lo que somos, mientras el talento que hace posibles esas obras de arte siga dependiendo de un misterio tan grande y profundo como el propio arte, un misterio que seguirá intacto por los tiempo de los tiempos.

Eso es más o menos lo que contestaría un estúpido.

Yo en cambio, auque no demasiado brillante, si alcanzo a darme cuenta que el arte, lejos de ser un misterio inalcanzable fruto de un talento igual de misterioso, no es más que una de las tantas formas por medio de las cuales intentamos comunicar nuestras sensaciones o experiencias. ¿Qué diferencia al arte de otra formas de comunicación? Pues simplemente que el arte pretende comunicar sin dejar de lado ciertos elementos estéticos que pasan a tener un rol a veces preponderante. Pero muy a pesar de los lectores de esta entrevista, no me extenderé aquí acerca de las características de esa estética, ni menos en como, en contadas ocasiones, conduce a quien la perciben a transitar por caminos que la mera transmisión de datos no tenía previstos.

Pues bien, si el arte no es más que una de las formas con la que intentamos comunicar nuestra experiencia y sensaciones, sería bastante absurdo pensar que si esa experiencia llegase a cambiar dramáticamente el arte seguirá su rumbo como si nada hubiera pasado.

¡Pero un momento! ¿No es eso lo que está pasando ahora? ¿Acaso nuestra experiencia, así como el cúmulo de experiencias a las que tenemos acceso, no ha cambiado de forma dramática? Pues si, pero ¿por qué no ha pasado lo mismo con el arte? ¿Es que acaso el arte no puede con los nuevos tiempos?

Menudo problema porque me encuentro en la situación de tener que escoger entre dos afirmaciones:

1.- Los artistas que pululan por nuestras ciudades son unos inútiles que no han sido capaces de recoger los cambios de nuestra época, dedicándose a repetir una y otra vez experimentillos o copias de experimentillos absurdos que rebosan de intrascendencia.
2.- El arte, la forma de comunicación humana representada por el arte, simplemente no puede responder al desafío.


Bueno, ya se habarán dado cuenta de la alternativa correcta.

Los artistas, en su inmensa mayoría, son unos inútiles.

Son unos inútiles que creen que basta con acudir a sus pobres experiencias de niños mimados para trascender, dejando de lado la basta (¡bastísima!) experiencia que nos rodea y a la que tenemos acceso de una forma nunca antes vista en la historia de la humanidad.

Pero volviendo a la pregunta: ¿Qué pasará cuando la respuesta a la pregunta sobre las bases biológicas de la conciencia sea aprehendida e integrada por la sociedad en general?

Pues lo que pasará es que la forma de comunicar toda experiencia sufrirá un cambio difícil de imaginar (pero no imposible). Y que se basará en primer lugar en un nueva forma de enfocar las obras, determinada por su tendencia hacia la generación de emociones o sensaciones específicas. Es decir, si llegamos a entender como funciona la conciencia, entenderemos también como modificarla para que en ellas surjan los elementos deseados, así, el “instinto artístico”, dará paso a la preconcepción intencional de cada fragmento de la obra, cada trazo de la pintura estará destinado a generar emociones o a evocar recuerdos determinados, cada nota musical estará en su lugar por una razón conocida de antemano.

Hoy en día, los mejores artistas son precisamente aquellos que entienden de mejor forma los laberintos de la conciencia, no son sólo los que mejor manejan determinadas herramientas, sino que también los que conocen el terreno en el que esas herramientas van a trabajar. Y ese terreno es la conciencia del espectador. Los artistas intuitivos que logran resultados apreciables son excepciones cuyo numero es computable en cero. Muchas veces nos quieres hacer creer que los grandes artistas de la historia llegaron a su sitial producto de la mera intuición, producto de algo fantástico y desconocido que algunos llaman talento, pues lamento decirles que eso no es verdad, detrás de cada gran artista hay un enorme esfuerzo por entender, y ese esfuerzo por entender también apunta a la necesidad de descifrar las claves de la conciencia, por supuesto que en la historia no todos usaron ese nombre, “conciencia”, para referirse a aquello que querían desentrañar, pero que otra cosa sino desentrañar los secretos de la conciencia era lo que estaban haciendo aquellos que se pasaba horas y horas pensando en el por qué de su pintura, de su música, de su poesía… y no me cabe duda que aquellos que se acercaron más a la respuesta, aquellos que rozaron de alguna forma lo que se oculta tras la conciencia humana, fueron aquellos cuyas obras perduraron en el tiempo hasta llegar a nosotros.

Y claro, cuando en el futuro al que hace referencia la pregunta sean muchos los que conozcan esos secretos, también serán muchos los que puedan utilizarlo para transmitir de impensadas formas sus experiencias y sensaciones, lo que llevará al arte a transitar por esferas de desarrollo totalmente insospechados, pero a pesar de ello, a pesar de que serán muchos los que sabrán utilizar las herramienta que constituye el arte, no me cabe duda que dentro de aquel grupo de “nuevos artistas” también existirán quienes sobresalgan, y probablemente serán ellos los que tendrán la responsabilidad de llevar a cabo las obras que el mundo reconocerá como arte.


3.- Si un artopata tomara como rehén al Louvre y dijera que destruirá el museo y todo su contenido a menos que el editor de criaturas de ceniza elija 10 personas que conozca personalmente y están sean sacrificadas en alguna forma (preferentemente larga y dolorosa), cual seria tu lista?

(por favor priorizar el orden de las 10 personas y poner 2 adicionales de respaldo en caso de no poder encontrar las 10 solicitadas)

Me pone usted en un problema porque, en primer lugar, apenas si alcanzo a conocer a 10 personas de forma personal y en segundo lugar, porque no me importa demasiado el contenido del Louvre, en especial gracias al hecho de que contamos con reproducciones de muy buena calidad de casi todo, pero esto último mejor olvídenlo pues es mejor que crean que el Louvre me importa mucho para que así las muertes se justifiquen mejor.

Bueno, la lista:
1.- Constanza Yáñez
2.- Daniel Mendoza
3.- Washington Abrigo
4.- Carla Vilches
5.- Tatiana Pérez
6.- Mauricio Bernales
7.- Hernán Gómez
8.- Joaquín Salas
9.- Mono
10.- Edén Carrasco


La reserva:
1.- Joy
2.- Alejandra Basaure

A todos ellos, muchas, muchas gracias por su sacrificio.

20081217

El estado del Arte

Para empezar tenía que mencionar a Van Gogh, entonces escribo su nombre y el corrector automático de Word no lo subraya como incorrecto. El pintor de campesinos, el que vivió junto a los recolectores de carbón del Borinage, el que a los 33 años, cuando sólo le quedaban cuatro de vida, aún no había hecho nada de lo que por hoy lo conocemos, el desconocido holandés que llegó a Paris en busca de la estela de los grandes pintores realistas del siglo XIX, los hijos de la revolución del 48, en busca de Millet, Courbet, Daumier, Delacroix, el inocente pintor que vio como en Paris ya pocos hablaban de aquellos a quienes él buscaba, encontrándose en medio de la capital del mundo más solo que nunca, rodeado de artistas miserables, de payasos y de cobardes, tan lleno de extrañeza que no le quedaba mucho más que simplemente dejar de buscar.

Pero 130 años después escribo su nombre, Vincent Van Gogh, y Word no lo subraya, no lo subraya porque cada letra está donde debe estar, porque un equipo de diseñadores de programas para la oficina de un futuro distante consideró que su nombre debía estar en el diccionario, porque uno de los días de 1886 Vincent Van Gogh decidió seguir buscando aunque aparentemente ya nada había que buscar.

Van Gogh llegó a Paris en busca de la cruda fuerza que surgió luego del levantamiento de 1848, de esa nueva forma de expresar la realidad sin adornos, hasta las ultimas consecuencias, y lo que se encontró fue un grupo de pintores que trabajaban bajo la idea de plasmar su impresión de la realidad dejando de lado las características formales de ésta, una idea poderosa, que sin embargo no contó con los espíritus adecuados para llevarla a cabo y el resultado fueron hermosos cuadros que carecían de toda fuerza, de toda voluntad, de toda acción, de toda honestidad y de toda Belleza. Era el nacimiento del impresionismo que el pintor holandés miraba asombrado por sus colores y sus innovadoras técnicas, pero más asombrado aún por no entender dónde quedaron los ideales de compromiso total con la realidad del 48.

Había que abrazar la nueva corriente y avanzar con ella hacia la gloria?

Evidentemente no. Y Van Gogh dejó Paris en busca de los centenarios trigales, de los mil amarillos que ni el más dotado impresionista podría haber llegado a entender.

Pero en su asombro Van Gogh no estaba sólo. Gauguin, que nunca se llevó bien con las últimas corrientes de las grandes capitales escribiría "los impresionistas miran a su alrededor con el ojo y no al centro misterioso del pensamiento, ¿de qué se trata su arte? De un arte puramente superficial hecho de coquetería, un arte superficial en el que no hay un solo pensamiento"

Van Gogh no sólo quería pintar, sino que quería decir algo, quería intentar que los colores que él miraba pasaran al lienzo con la menor interferencia posible, y para lograrlo, no había otra forma que emprenderlas contra esos colores, que el amarillo fuera más amarillo, que el azul fuera más azul porque no había otra forma de expresar la maravilla que él sentía al verlos que con el único recurso que tenía, con el color y la fuerza del pincel. No es la simple impresión de la realidad, es su expresión, una expresión activa y con una fuerza extraordinaria que partía del reconocimiento de que tal fuerza no venía de él sino desde la naturaleza, de los campos de trigos, de los mineros belgas comiendo, de las pequeñas habitaciones, de los cafés y de los girasoles.

Y Van Gogh moriría y sobre él pasaría el impresionismo con su fama y su gloria, sin embargo la suerte ya estaba echada y años más tarde el impresionismo daría paso a un movimiento que llegaría a cambiar definitivamente la historia del arte y cuyos cimientos germinaron en gran parte gracias a la obstinación del holandés, el holandés que murió pobre y también loco, pero cuya pobreza y locura nada tienen que ver con su genio y su fuerza, de las que no son más que una marginal consecuencia.

 Se equivocan tristemente los que buscan en su situación, a veces desesperada, las claves del hombre que se adelantó a quienes se adelantaron a todos. No, la verdadera fuerza que lo llevó a extraer los colores y movimientos ocultos en las cosas surgió de una extrema lucidez, de un incansable trabajo, de la verdadera valentía, es decir, de aquella que no consiste en la ausencia de miedos sino en la capacidad de avanzar a pesar de tales miedos, miedos que lo llevaron a la muerte, pero siempre avanzando, siempre pensando, pintando, trabajando.

Y aquí estamos nosotros, los hijos de los hijos de los hijos de esos viejos revolucionaros, mirando como la realidad se condensa en sí misma, como la historia desaparece, como lo imposible no existe

¿Y qué es lo hacen nuestros artistas al respecto?

No puedo, perdónenme, más que volver a citar a Gauguin:

"miran a su alrededor con el ojo y no al centro misterioso del pensamiento, ¿de qué se trata su arte? De un arte puramente superficial hecho de coquetería, un arte superficial en el que no hay un solo pensamiento"

En el que no hay un-solo-pensamiento, decía él y yo lo repito.

Cómo pueden siquiera utilizar el título que utilizaron los viejos sabios de fines del siglo XIX, cómo pueden siquiera pedir por sus derechos, exigir apoyo, con qué cara se plantan frente al público con sus pequeñas, intrascendentes, patéticas obras en las que no es posible distinguir un-solo-pensamiento, cómo pueden, después de Van Gogh, de Ensor, de Munch, de Kandinsky, de Klee, de Klimt, atreverse siquiera a presentarnos sus obras, a exigirnos aplausos (y sobro todo dinero).

Los jóvenes del siglo XXI lo tienen todo, absolutamente todo, para hacer algo que nunca se ha visto en la historia del arte, ante sus ojos la misma Historia, así, con mayúscula, se está haciendo pedazos, tienen los recursos, el tiempo, los libros, las palabras grabadas en bronce de mas de 3 mil años de arte, la invaluable oportunidad de Entender prácticamente todo y sin embargo, no hacen nada, absolutamente nada.

¿Cómo pueden, después de tantos que dieron sus vidas por hacer del arte algo grande y bello, regocijarse con tanto descaro en su pueril mediocridad?

Ha llegado el momento de abrir los ojos. Ya basta de complacencia hacia los niños que decidieron jugar a ser artistas porque no les gustaba estudiar o la ciencia les resultaba demasiado pesada. Si el Gran Ovidio leyera la siguiente aclaración le costaría creer que los milenios hayan obrado tan mal sobre los hombres, pues lo siento, pero se hace necesario decirlo claramente: El arte es trabajo, el arte es estudio, el arte es la aprehensión de la realidad hasta el vértigo, el arte "es un oficio peligroso" por lo que es mejor que los niños vuelvan con sus madres.

No más fondos concursables, no más estímulos institucionales a la creación, no más leyes, ni formularios, ni excusas.

 Llorarán, gritarán, algunos saldrán a las calles y nos acusarán de querer matar el arte. Pero no se preocupen por el arte, pues el arte, el verdadero arte, no tiene ninguna relación con lo que hacen quienes llenan las oficinas estatales para exigir migajas de compasión. Otros temerán que, de frenar los estímulos monetarios hacia el nuevo arte, algún Van Gogh, algún Kafka será pasado por alto, pero una vez más no hay de qué preocuparse, no son pocos los que saben ver y ningún hombre fundamental morirá sin que lo sepamos, por lo demás, difícilmente podríamos pensar que aquel olvidado Kafka o aquel nuevo Van Gogh sería encontrado en las oficinas del gobierno luchando por alguna beca, por alguna asignación oficial. No, mejor suerte tendríamos en sus pequeños tallares, en sus habitaciones colmadas de libros, en la sala de ensayo que a duras penas ha conseguido arrendar.

Y es que el verdadero arte no necesita de quienes juegan grotescamente a su alrededor, no son más que molestias, bruma que cubre el oscuro y precioso centro hacia donde deben avanzar los asesinos de la Historia.

Mirar al centro del misterioso pensamiento, eso es lo debieron hacer los impresionistas y lo que nosotros también debemos hacer. Y si llegamos a lograrlo, si somos capaces de mirar esta época hasta pulverizarnos los ojos, seremos capaces de vislumbrar secretos que ninguno de los grandes hombres del pasado tuvo la oportunidad de conocer, las estrellas, el tiempo, la materia, los océanos de información, todo está ahí, esperando a quien se atreva a lanzar la primera piedra.

Vamos.

F

Seattle, Dic. 2008.

20081003

Nocturno de Chile



Nocturno de Chile



Hoy, mientras llovía sobre Lucerna, terminé de leer el último libro de Roberto Bolaño, el último de sus libros que aún no había leído, el último de sus poemas, de sus entrevistas, de sus bromas. Ya no hay más, me dije mirando el lago que nunca me pareció más hermoso, ya sé todo lo que R.B. alcanzó a decir a los hombres.


No puedo, entonces, guardar silencio. 


Y puesto a pensar en las palabras que ahora ustedes leen me dije: cuidado, hay un riesgo en seguir relacionando mi nombre (el que ustedes gentilmente han transformado en la sexta letra), con el nombre de R.B. y ese riesgo radica en que, de continuar con mis afanes, mi obra (si es que algún día llegara a existir tal cosa) será irremediablemente comparada con la del chileno errante, mis apreciaciones sobre el arte y la política serán vistas como pobres plagios, mi aversión por las recepciones oficiales, por los obispos y por el fascismo literario latinoamericano no será más que la mala copia de un discípulo mediocre. 


Pues que así sea.



El Crítico


He dicho que hoy he terminado el último libro de R.B. que aún me quedaba por leer, por supuesto no fue el último que escribió, pero fue, como suele ocurrir en estos casos, el más torrencial, el más arduo, el que logró arrastrarme más profundamente por el edificio que se sumerge hasta el corazón Latinoamericano, observando en mi descenso el sufrimiento, la contradicción, la sangre, la inconmensurable ironía, el asco que sustenta la historia de mi país, la que se refleja, como en un espejo en la escena de un crimen, es decir, como en un espejo que preferimos no mirar, en la historia de su literatura, que a su vez se refleja en ellos, los pobres tristes escritores de Chile, los olvidados por sus propias madres, los enaltecidos por los traficantes de esclavos, los esclavos que, sobre la tarima en que son presentados al comprador blanco, dejan ver sus negrísimos ojos en los que se reflejan los otros, los últimos seres en la pirámide imposible del arte, los siervos de los chulos y de las putas, los escuderos de las ratas que una vez al año escupen un poema de amor: los críticos, los críticos literarios que en su posición basal sustentan y al mismo tiempo son, que elogian, subscriben, aplauden, lamen pero también escarban, escarban con sus manos ya sin uñas en las minas abandonadas en busca de la joya que nadie ha visto, la joya que creen estar destinados a salvar y que los salvará, el joven poeta, el escritor desconocido o el viejo laureado que nadie nunca entendió.


Nocturno de Chile es el nombre del libro que faltaba, y un crítico es el que escupe el inmenso monólogo que son sus páginas. Ni un solo punto aparte da un descanso a quien se le enfrente, y así debe ser, porque el cura, el cura de derecha, el cura de derecha y Opus Dei que nos relata sus pesares tampoco ha descansado. 


La historia, ya lo sabrán muchos, es real, los personajes también los son. Este no es un espacio para comentar libros, pero creo necesario detenerme un momento en Nocturno de Chile (nombre preciso como pocos) para hacer tan solo un apunte que refleja la realidad chilena como pocas cosas, un alcance a una patética y certera metáfora que el libro de R.B. me ha recordado, lanzándomela  a la cara como un trapo sucio y frío, o más precisamente como un pequeño animal sin vida, a saber, que quien probablemente es el mejor crítico literario de Hispanoamérica es un chileno, un chileno que es un sacerdote, un sacerdote que es miembro numerario de La Obra.


José Miguel Ibáñez Langlois (nacido como Ignacio Valente), es el héroe de Nocturno de Chile y, curioso destino,  es el mismo hombre que hace ya varios años me regaló algo que jamás podré pagar, sí, porque el mismo que está a favor de la censura en las bibliotecas de las universidades de La Obra, el mismo que le enseñó marxismo a Pinochet, el mismo que come y bebe junto a asesinos y cobardes fue quien me enseñó, con cinco palabras mágicas, los caminos que debería recorrer si pretendía entender a Nicanor Parra.


Sólo en America, dicen los hombres del norte cuando ven cómo alguien que nada tenía o que nada era se convierte en un millonario o en un gran artista, y acto seguido todos sonríen de buena gana, sólo en Latinoamérica, decimos nosotros cuando el confesor de asesinos nos enseña a leer a uno de los mas grandes y profundos, y acto seguido guardamos silencio porque ante el vacío del absurdo nada se puede decir. 



Pero Escribiendo


No sé de nadie que haya planteado de forma más cruda y clara y certera que R.B. aquel majestuoso sinsentido Latinoamericano. Latinoamérica es absurda hasta la nausea, nos dice R.B. en cada uno de sus libros, y sus habitantes nos desenvolvemos en ese absurdo como payasos en una cuerda floja sin red, riéndonos de estar permanentemente a punto de desaparecer en el abismo, cayendo eternamente a ese lugar que no existe pero que imaginamos tan negro como el fondo del mar, tan bello y triste e inalcanzable como las estrellas. 


Y R.B. nos dijo profundo, nos dijo solitario, nos dijo inmensamente triste y desarraigado y nos dijo también hermoso e infinito y poesía y repitió: poesía, poesía, poesía y luego dijo crímenes y allí se quedó por un buen rato, recorriendo los cuerpos, oliendo las manchas de sangre, volviendo una y otra vez, sin miedo, al lugar del asesinato y lo hizo porque sabía que en ese acto, en ese breve momento en que la verdad de los hombres emerge sin ataduras ni adornos, estaba el secreto del mundo y en su búsqueda recorrió los basurales de América, abriéndose paso dificultosamente por toneladas y toneladas de basura que se acumulaba formando montañas no siempre horribles, no siempre malolientes, no siempre infames.


Y lo hacía escribiendo, siempre escribiendo, 


escribiendo poesía en el país de los imbéciles

escribiendo con mi hijo en las rodillas

escribiendo hasta que cae la noche

con un estruendo de los mil demonios.

Los demonios que han de llevarme al infierno 

Pero escribiendo   

  

Escribiendo, por ejemplo, Amuleto, que es todo lo que un joven necesita saber sobre el valor y la belleza, escribiendo el recién mencionado Nocturno de Chile, una novela perfecta, brillante y que ahoga, escribiendo La Pista de Hielo, donde pone toda la farsa del realismo mágico al descubierto. ¿Cual es esa farsa? Pues que en Hispanoamérica no hay tal cosa como una imaginación desbocada, nosotros realmente fabricamos pistas de hielo por amor, realmente llenamos trenes de muertos sólo por miedo ¿Por miedo a qué? por miedo a todo y a todos. Escribiendo los poemas de Los Perros Románticos donde se esconde la Belleza que nos quisieron quitar. ¿Quiénes nos quisieron quitar la belleza? los que tenían miedo a todos y a todo, escribiendo El Gaucho Insufrible, un cuento que reúne toda la generosidad, toda la pureza, todo el cariño que sólo un gran hombre puede tener por otro gran hombre, un homenaje delicado, elegante, preciso, escribiendo El Policía de las Ratas, tal vez el mejor cuento de toda la historia de la literatura chilena, y junto con alguno de Borges, debe compartir el sitial de lo mejor de la literatura en habla hispana, escribiendo Los Detectives Salvajes, un libro conmovedor, hermoso, brillante, inteligente, escribiendo, ya con sus últimos recursos, 2666, una novela monstruosa hecha no por un hombre sino por un titán. 


   

Mario Santiago


No hay otra forma de decirlo: 


Debemos leer a Roberto Bolaño


Y acto seguido, debemos volver a leerlo, pero esta vez en silencio. 



Debemos leer al único que fue capaz de levantar el Velo cuando el velo, por tantos años de polvo, ya pesaba tanto como el mar.


Debemos leer a quien nos recordó que la vida es la gran obra del poeta, al que nos habló de amistades recortadas en los insoportablemente bellos crepúsculos que asolan nuestras horribles ciudades, ciudades que él quería como nadie y que nos enseñó a querer y a extrañar mientras se nos va la vida en los perfectos pueblos de Europa, debemos leer a quien nos habló de Mario, sí, de Mario Santiago, un poeta poeta como decía Bolaño con un cariño entrañable, un cariño sin mezquindades, una cariño más transparente que el viento que lava las caras de los niños poetas del fin del mundo, los niños que cayeron, todos juntos, al abismo, y lo hicieron cantando en una imagen tan hermosa y enorme que nos hace desear el mismo abismo, pero ese abismo ya no existe, pero aún así lo buscamos y lo llamamos pero el abismo no responde y no son pocos los que dejan de buscar y vuelven a sus casas a leer poemas o revistas o periódicos o simplemente a fijar la mirada en un punto impreciso del cielorraso, olvidando que hay tantos abismos como hombres en la tierra y sólo hay que buscar, buscar, buscar como lo hizo Bolaño, buscar nuestro abismo, nuestro destino, nuestro futuro, el nombre no importa, buscar entre las montañas de basura, entre los cobardes, los ladrones, los que compran, por unos pocos pesos, las almas de los poetas más puros del mundo, buscar entre los asesinos, los funcionarios, los terratenientes, los editores, los dueños de la verdad, los padres de la ciencia, los libros sagrados, las iglesias, las balas, la pobreza, buscar el libro que se esconde en la biblioteca infinita, rescatarlo y cuidarlo pero sobre todo leerlo y cuando hayamos terminado seguir buscando, sin deteneros nunca, el fondo del abismo, el inalcanzable horizonte.       



El Secreto Giro de Los Libros Perfectos


Y Roberto Bolaño ha muerto y su nombre ha sido elevado por todos a un pedestal sin precedentes en la historia reciente de Chile, libros en su honor, miles de páginas en miles de revistas, cátedras con su nombre (a las que sólo asisten los imbéciles que el despreciaría)… cuánto peligro, cuántas ganas de darle la espalda, de no leerlo siquiera, de olvidarlo, de reírse en su cara por aparecer en la misma revista que nos ilustra acerca de los nuevos métodos de depilación femenina, cuánto peligro, cuánto riesgo de cerrar los ojos.


Pero ya llegará el buen día en que se le retrate sólo como un hombre enfermo al que le faltaban los dientes, pues algún día los artitas chilenos deberán aprendan a leer y entenderán algo de lo que dicen los libros de R.B., y llegará también el momento en que alguien no acepte que una calle lleve su nombre sin que antes, en la ceremonia de rigor, se desenmascare a quienes él desenmascaró, cuando antes de inaugurar la estatua de su rostro que pagó un asesino alguien diga lo que el decía y que yo aquí repito:  


Los artistas chilenos son fascistas


Los artistas chilenos son patéticos


Los artistas chilenos son maricones 


Los artistas chilenos acuden a cócteles en casas manchadas de sangre


Los artistas chilenos dan pena

Dan risa

Dan asco 


La literatura chilena no existe




Sí, ya llegará el día en que alguien publique esas líneas en el suplemento cultural del domingo, y en el programa de libros alguien las lea mientras forcejea con el pobre animador, y sólo entonces se caerá la alta figura de polvo que tanto se han esmerado en levantar para dar paso a la otra, a la pequeña y casi invisible figura de hierro que surcará el tiempo de los años por venir.


Y ese día mis amigos y yo estaremos contentos, riéndonos de las excusas que se esgrimirán para borrar su nombre de la historia de la literatura chilena, y cuando se pida nuestro consejo, diremos que no sólo hay que borrar su nombre sino que también su imagen y la sombra de su imagen, y luego tomaremos asiento y contemplaremos como Chile se hunde un poco más en su centenaria ignorancia, y aunque la imagen pueda parecer triste y dolorosa, mis amigos y yo sonreiremos porque sabemos (lo hemos visto) que de toda esa ignorancia, vaya a saber uno de qué forma, emergen, de vez en cuando, hombres con la voluntad necesaria para mover al mundo y quien sabe si en esa terraza del futuro, en la que observaremos la constante decadencia de la patria, habrá uno o más de esos hombres con un buen vaso de vodka en la mano, hablando de ciencia, de literatura, de arte, recordando tal vez viejas noches en el centro de Santiago, interminables conversaciones en las que M, E, y S, y alguna vez C y también eme y también yo, trazábamos las líneas que poco a poco dibujarían las improbables fronteras de lo que nadie podía ver, de lo que no era pero que estaba, de lo que no podía ser pero que será.


  


Lucerna, Suiza


Octubre del 08  

20080926

descarga el mantra (que solo se descarga a mano)


gracias a silencios cuerdos por su programa de radio, ahora tenemos el podcast completo para descargar

disfrute aqui

en noticias relacionadas:

-sonic youth en chile en marzo.
-asado en arrallan en octubre.
-aumenta el porcentaje de escritores que no escriben en barcelona.

20080825

Giras de estudios



F nos manda otra colaboracion, esta vez desde guadalajara. O rancagua, no entendi bien donde estaba.

"en cocha compre mi pasaje a españa, tonces cocha debe haber supuesto que me gusta viajar y me mando este link

http://r5.cocha.com/_DisenoWeb/VG/VG/vg.html
el problema es la carta de invitacion, porque no concozco a ningun alienigena que me la mande, asi que esta pelua la cosa.."

20080820

no solo copian nuestros estilos


anuncio de los indignados editores de la tostaduria:

desde hace un tiempo hemos visto como sospechosamente los articulos y temas plasmados en la tostaduria despues de un par de dias aparecen en diversos medios de comunicacion en el mundo, especialmente en chile.

pues considerandolo solo un tema fortuito, no hicimos mas indagaciones hasta que hoy la tercera (diario de tiraje nacional en chile) saca un articulo hablando sobre el rap del LHC el cual linkeamos en este espacio para link.

y al fin tenemos el culpable, quien quiere hacerse famoso mediante el descarado robo de articulos de este respetable medio.

asi es, el corresponsal viajero es el que se adueña y copia nuestro estilo (debe haberlo aprendido de un emo en su viaje por mexico).

y como si fuera poco, a mi me reto por escribir eFe en "volver a pintar en ellas"

verguenza debiera darte F.

20080811

el arte

Una confesion estremecedora nos llega desde europa. De lo mejor q he leido en el ultimo tiempo:







Un grupo de paramilitares independentistas de Osetia del Sur han atacado poblados fronterizos. Aunque decir “atacados” tal vez sea una exageración, lo más probable es que no haya sido más que una granada o dos, no lo sé, no puedo saberlo. Pero eso es lo que ha dicho el gobierno de Saakashvili y el gobierno de Saakashvili ha sido enfático al momento de decir que no aceptará ningún tipo de agresión de parte de Osetia del Sur. Como resultado, Georgia ha mandado tropas sobre Osetia, tal vez con la intención de terminar para siempre con sus afanes independentistas, tal vez sólo como respuesta a sus ataques, como sea, los rusos no estuvieron dispuestos a permanecer de espectadores, y con la excusa de defender los intereses de sus compatriotas que viven en Osetia, atacaron Georgia. Qué es lo que realmente temen los rusos? Que Saakashvili decida atacar Moscú

No lo sé, el caso es que Georgia ha sido atacada por el todopoderoso ejército ruso.

Todo esto no me importaría, o al menos no me importaría tanto como para escribir al respecto, si en este momento no estuviera en Georgia. Y aunque eso no me enorgullece, es la verdad.  

Llegué a Europa hace poco más de un mes. Salí de Europa hace poco más de una semana, exactamente en el momento en que crucé la frontera austro-húngara.

No sé qué fue lo que me llevó a avanzar hacia el este a penas pisé Europa, tal vez fue el hecho de que no había mucho oeste, pues llegué a Sevilla, pero lo más probable es que haya sido el recuerdo olvidado de los príncipes de Kiev que llenaron mis sueños de solitario adolescente sin nada mejor que hacer que seguir las huellas de los viejos vikingos


Gagra, Sokhumi, Tkvarcheli, Dshvari, Kutaisi, Chiatura y el ocho de agosto Kareli. Ocho de agosto, el mismo día que los rusos invaden el espacio aéreo de Georgia y bombardean pequeñas ciudades fronterizas y cerca de la frontera está Kareli y de un momento a otro me vi en una situación que jamás pensé vivir. Sí, estaba en medio de un bombardeo aéreo.  

Si fuera un buen escritor, si fuera el mejor escritor del mundo, si fuera el mejor escritor de la historia de la humanidad, si fuera un escritor imposible nacido el año 2666, no podría describir la experiencia de una noche bajo el fuego y las sirenas, lo que quiero decir es que no lo haré, no diré nada de esa noche entre el 8 y el 9 de agosto, no diré una palabra acerca de esa esquirla que imaginé atravesar mil veces las mil cabezas que se tienen en una noche al otro lado del mundo. Pero esto no es literatura, esto no es más que un relato de una noche que no imaginé nunca, que por más que miraba, nunca vi bajar desde la colina que ocultaba el horizonte, allí, en el invierno de Santiago de Chile con un pasaje a España en la mano, con un pasaje comprado con un préstamo que sabía no podría pagar, con un pasaje a una ciudad desconocida donde nadie me esperaba, y por más que miraba las letras en él impresas, por más que trataba que los patrones en ellas ocultos me revelaran parte de lo que me depararían la noches venideras, nada podía ver, nada más que letras y números, nada más que la imagen del negro océano  miles de metros bajo mi asiento, mi asiento junto a la ventana, porque eso sí que lo podía ver, y también podía ver mi reflejo en la noche, ese reflejo que tantos poemas pudo haber inspirado, tantos poemas que no escribí, porque después de comprar el pasaje decidí no volver a escribir poemas, tal vez porque quise despedirme dignamente de este continente maldito (porque aunque existan otros continentes que hayan sido maldecidos, eso no quiere decir que este, nuestro continente, también lo esté) o tal vez, y esto es lo más probable, porque nada se me ocurría después que supe que lo que tanto había soñado era, esta vez sí, inevitable.

 

Pero todo lo que sucede es inevitable. Inevitable fue perder los trenes que perdí para poder encontrarme con esos ojos de Moldavia, inevitable el robo de mi notebook en Odesa (no sé por qué tenía que conocer Odesa aunque el mundo se viniera abajo), inevitable aprender a pedir una cama por pocos pesos en ruso (cómo me gusta escucharme hablar en ruso), inevitable ser mirado como un extraño a cada paso, un extraño de mochila amarilla, un extraño que no representa más amenaza que su extrañeza, porque mi cara aún conserva un gesto amable, porque mi baja estatura (aún más baja en estas tierras) no representa un peligro, porque mi piel clara habla de alguien que después de todo no puede haber venido de tan lejos, aunque lo cierto es que no puedo venir de más lejos, pero eso ellos no lo saben y supondrán un español, un italiano, un francés… Si me preguntan yo digo que soy belga. Aquí nadie parece saber qué es un belga, nadie sabe qué idioma hablan ni qué cara tienen, por eso nadie hace preguntas, nadie se sorprende por mi acento, nadie busca donde no hay que buscar. Y aunque yo no sé qué es lo que podrían buscar, me he propuesto ocultar mi identidad por todos los medios.

En Rumania, en el lugar donde pasé una noche, había un mexicano. Cuando lo escuché hablar sentí que una flecha atravesaba mi pecho, aunque demás está decir que nunca hubo flechas, pero fue un dolor agudo, intenso, que se hacía más intenso cada vez que respiraba, eso aunque respiraba lo más despacio posible, como si el mexicano fuera un animal que detecta a sus presas al oír su respiración, a sus presas que consisten exclusivamente en latinos ocultos en Europa del este, y yo que hacía todo lo posible por no mirarlo a los ojos, por que no oliera los vestigios de America en mi pelo, en los pliegues de mi piel y en eso estaba, sentado en un rincón de esa gran habitación donde al menos veinte personas se preparaban para pasar la noche, respirando apenas oculto en la curvatura de mi codo que se apoyaba en mis piernas, cuando noté horrorizado que el maldito mexicano (que nada tenía de maldito) fijaba su mirada en mi y se acercaba hacia el lugar donde yo estaba, se paraba frente a mi (yo sólo veía sus piernas). Me preguntó si acaso yo hablaba español. Por qué mierda a este mexicano se le ocurrió que yo, entre todos los que hay en esta habitación, puedo hablar español. Y si lo hablo, por qué mierda se le ocurrió que me gustaría hacerlo con él. Y aunque parecía molesto, la verdad es que temblaba de miedo, miedo porque estaba seguro que era cuestión de tiempo para que el mexicano se lanzara contra mi cuello y en un segundo se chupara toda mi sangre, todo mi sangre latina, toda la miserable historia de mis antepasados, toda, hasta la última gota de resentimiento, de pequeñez, de vanidad, de egoísmo, de fascismo y de estupidez.

 

 

 

10 de Agosto de 2008  

Kareli, Georgia

20080805

Ouro Preto



F nos entrega un nueva colaboracion:

"me confirman de la embajada que el alcalde de Ouro Preto sería efectivamente un mono.. un mono tití para ser mas precisos

en la foto el delegado comunal de obras publicas, urbanismo y nuevas tecnologías

(el alcalde es muy reservado y no se deja sacar fotos)"

20080717

Del alcohol como ventaja evolutiva



A:
cuando fue la ultima vez q te comiste a una mina la primera vez sobrio ambos?
M:
diciembre de 2000
A:
mmmm
me imaginaba
M:
da para pensar...
A:
yo un mes, y es cuatico
M:
jajjaa
A:
no me la he podido culiar
M:
es que quedaste atrapado en la sobriedad

20080707

Poesia

F nos regala un segmento mas escrito durante su viaje.



¿Qué es la poesía?


La poesía eres tú, diría el primer ocurrente.

No sé que es la poesía, diría un hombre sensato y humilde.

No se puede saber qué es la poesía, diría un hombre sensato y algo pesimista.

No importa saber qué es la poesía, diría un hombre maduro.


Pero aquí no somos ni ocurrentes, ni sensatos, ni humildes (Dios nos libre), ni pesimistas, ni maduros, así que aquí va un nuevo intento de Entender:


En cuanto a las viejas definiciones, la única que se sustenta a sí misma es la que nos da su nombre, poesía, del griego poiesis, que significa creación o más precisamente producción. Del resto mejor ni hablar, no, mejor hablar de una:

Es un género literario en el que se recurre a las cualidades estéticas del lenguaje, más que a su contenido.

Bueno, lo que no sabe quien inventó tal cosa, es que la estética (del lenguaje o de lo que sea) no genera poesía, sino que la poesía genera estética. Y aunque lo parezca, no es un juego de palabras, no, aquí no estamos para juegos de ese tipo. La poesía produce estética, en esa frase se oculta uno de los secretos del lenguaje. La poesía como sujeto, no como objeto. La poesía como herramienta que entre muchas otras cosas produce estética, pero los que realmente saben, saben que la estética no es precisamente el objetivo de la poesía, es tal vez su máscara, su rol en la comedia, su juego, quizás su último recurso, su escape para evitar las turbas y sus antorchas.

¿Y por qué la estética no es el objetivo de la poesía?

Pues porque la poesía no se entiende con ningún objetivo, lo que hace la poesía es excavar.

Excavar en el lenguaje, en esos viejos símbolos creados hace ya tanto tiempo, en esos espejos inventados para cosas tan distintas a las que ahora nos importan. ¿Cuántos bueyes hay en el corral? Seis bueyes. ¿Cuánta distancia nos separa de la fuente de agua? Cien pies. ¿Cómo debo protegerme de los tigres? No dejes de mirarlos a los ojos. ¡Pero qué preciso era el lenguaje entonces!, qué útil para hacer de nuestras vidas algo mejor. Pero pronto la conciencia comenzó a pasar demasiado tiempo consigo misma y era cuestión de tiempo para que comenzaran a surgir preguntas que nuestro gran invento no podía responder y así, por ejemplo, el hombre, que no era precisamente un romántico, se preguntó:

¿Qué es lo que siento?

Y al no encontrar una respuesta en las viejas palabras se dijo:
Está bien, no hay una respuesta, sigamos con los bueyes.
Sin embargo, al poco rato nuestro hombre notó que no podía seguir cuidando bien a sus bueyes sin contestar esa pregunta, y el hombre pensó y pensó hasta que llegó a una conclusión aterradora en su revelación:

Lo que importa, lo que realmente importa es lo que siento, o en otras palabras, lo que importa es la propia experiencia de los fenómenos que nos rodean, nuestra personal forma de significar los acontecimientos cotidianos. Y el lenguaje no sirve, no puede servir, para representar eso.




¡Pero si no tengo más que el lenguaje!
Gritó el hombre
Y sólo respondió el viento.







¿Y que hay de la poesía, no es también, en tanto lenguaje, otra inútil herramienta para significar y comunicar el mundo?

En principio, sí, la poesía es también lenguaje, herramienta inútil. Sin embargo, la poesía, (sus poetas) encontraron una trampa, una llave escondida por algún dios bondadoso que conducía a habitaciones que aún hoy muy pocos se han atrevido a explorar, la poesía encontró las metáforas.

Con las metáforas explicamos algo con palabras que no corresponden directamente al objeto descrito, o más precisamente que no le correspondían directamente, no son las asignadas por generaciones y generaciones de hablantes a una cosa o situación, sino que son las que el poeta (excavando) escoge entre todas para significar su propio objeto, el objeto que él está experienciando y no el que supuestamente debía experienciar. Es evidente que muchas veces tal cambio en los símbolos escogidos para la representación no mejora la descripción del objeto, sin embargo, hay ocasiones en las que, como por acto de magia, las nuevas palabras dan un nuevo aire al objeto, lo liberan de los pesados velos que milenios de inútiles palabras habían puesto sobre ellos y emerge, por fin, sino el verdadero objeto (tal vez inalcanzable) sí uno que yace más profundo, que se acerca más (cómo una mariposa se puede acercar al sol) al verdadero y misterioso objeto y entonces somos testigos de algo maravilloso, honesto y simple, algo que algunos llaman un buen poema.


Y entonces ¿qué es la poesía?

Pues para qué más misterio:
La poesía es la producción de nuevos significados para la experiencia individual, mediante la utilización de símbolos (palabras) que no se encuentran ligados a priori a los objetos a significar, lo que frecuentemente da origen a frases de resignificación llamadas metáforas.

Muy lindo, sin embargo, a nuestro amable lector probablemente le surgirá una razonable pregunta:

¿Y a mí qué me importa toda esa palabrería?

Pues probablemente nada o muy poco, sin embargo…

La Poiesis como producción, el Lenguaje como repetición.

Y claro, muchas veces es útil repetir, ahorra tiempo y construye imperios, pero no debemos olvidar que quien pretenda abrir brechas por lo desconocido no sólo deberá derribar sino que además deberá producir lo nuevo y a esa empresa imposible unos la llamarán innovación, otros la nueva ciencia, pero yo la llamaré poesía.





Kansas City, Julio de 2008

20080630

Las Tetas de Tiresias

gracias F, he aqui tu colaboracion.



Surrealismo, del francés surréalisme. Sur: sobre, por encima de. Réalisme: realismo. También traducible como superrealismo.

Bretón, Vaché, Apollinaire. Principios del siglo veinte. 1917: estreno de Les Mamelles de Tiresias. El manifiesto, los libros, los poemas. La Vanguardia.

El tiempo como una pintura de dudoso gusto. Los vanguardistas adelante. El año de su nacimiento, el año de su muerte, escrito con números muy pequeños cerca de sus pies. Adelante un hombre nacido en 1879, mucho más atrás uno que nació en 1945, los años no nos dicen nada. La vanguardia adelante, todo el resto atrás, con la mirada satisfecha, con los ojos perdidos, los de adelante, en cambio, miran algo que se confunde con el horizonte, sus brazos estirados, sus dedos queriendo dejar atrás sus manos. Ahora me da por creer que seguían a los hombres pintados con colores invisibles, a los nacidos en 1979, 1985, 1996… pero no, tal vez no los seguían, tal vez les hablaban en silencio o les gritaban secretos al oído, o les hacían señas sin parar, como si estuvieran locos, buscando la mirada de sus hijos de 100 años en el futuro, 100 años, la mágica cifra que esconde mucho más que 100 veranos.

No, no los seguían, cómo hacerlo en medio de un parto, sí, porque estaban pariendo, pariendo el siglo veinte, la única forma que haría posible su secreta esperanza, la de parir el veintiuno y el veintidós y también el veintitrés y el parto duele y hace cerrar los ojos, pero sobre todo impide seguir a otros, a cualquier otro, no importan sus nombres, no importan los formidables faros que decoran sus cabezas.


Y ellos tampoco eran seguidos. Mucho tiempo demanda organizar una guerra, mucha astucia plagiar a los clásicos, mucho esfuerzo aferrarse a los siglos pasados. No, nadie sigue a las vanguardias, nadie seguía al loco que entró armado al teatro amenazando con disparar al público al azar como protesta al impresentable hecho de que la obra no respetaba el espíritu de los nuevos tiempos. Gracias al hombre que fue muchos hombres, gracias Jaques Vaché, gracias padre nuestro, custodio del infierno, hijo de la poesía de los manicomios de Francia, gran alquimista, desmesurado científico que deambulabas por Paris vestido como piloto de guerra británico, gracias por decirnos que la nueva apuesta de Apollinaire no estaba sobre el escenario sino en el metal de tu revolver que sostenías tiritando, mientras Bretón intentaba calmarte, mientras Bretón sabía perfectamente que el único cuerdo dentro del teatro eras tú, sí, el de los ojos desorbitados, el de los gritos de fiera encerrada, y ahora imagino que lo hacía con cariño, por favor cálmate Jacques, por favor baja ese revolver que me asustas, pero sobre todo: por favor perdóname, perdóname Jacques por no atreverme yo también a empuñar mi revolver, a sacar mi navaja y saltar sobre el escenario donde nadie entiende al bueno de Apollinaire, al astuto de Apollinaire que ahora debe estar riéndose en un rincón, sabiendo que la verdadera obra era esa, en la que André Bretón le suplica a Jacques Vaché que no mate a nadie por una pieza de teatro.



100 años después nacimos nosotros y la pregunta no es baladí:
¿Volver a entrar al teatro?

Permítanme que me responda:

Sí. Volver a entrar. Con una exposición sobre la muerte de la ciencia dictada por un físico cuyo sueño es ser actor porno y por un falso biólogo que nada sabe de biología, con un poema que no busque el secreto tras las metáfora sino que nos diga que la metáfora es el secreto, con una canción que nos recuerde que la música es el prohibido idioma con que los demonios nos revelan el Mundo.

Y que todo sea por un arte por venir, decía Apollinaire, por un Arte por venir, decimos todos, por un Arte por venir que es otra forma, la única que se me ocurre, de decir que el arte que alcanzamos o nos alcanza, es el arte muerto, el que ya no va a ninguna parte, el que ya no viene de ninguna parte. Por un Arte por venir, por un Arte vivo que no está pero que intuyo, por el Arte de mis sueños y también de mis pesadillas, por el Arte que el año 2666 estará cerca, al alcance de nuestras manos, pero aún por venir, para siempre Porvenir.




Latinoamérica, junio de 2008